El gran evento del mes, WWE Survivor Series, nos dejaba el combate tradicional de marcas entre los dos rosters principales de la empresa. Por un lado, los luchadores que abren la semana con su programación semanal, y por el otro los que la cierran. Dos cosmovisiones totalmente distintas, que demuestran las diferencias entre ambas.
Combate por equipos
El inicio de evento con el combate tradicional a cinco de hombres, es síntoma de la falta de creatividad, para causar un poco de rivalidad en este combate. El dominio de Raw, ha sido superlativo, tanto es así que no ha perdido ningún integrante durante la lucha, a costa de la gran alianza entre los cinco enemigos.
Por su parte, las mujeres han mostrado mucha más igualdad. Un combate con más creatividad por el altercado con Lana, y muy buenas pinceladas con el futuro de la división femenina. Bianca no pudo llegar al cuadrilátero, cuando el árbitro llegaba a la cuenta de diez, sin que ninguna fuera capaz de entrar.
Por primera vez, la única superviviente lo consigue por falta de lucha. En todo momento sus verdugos, la han tenido separada de la atmósfera de la lucha, provocando que no pudiera actuar en ningún momento durante la lucha. A lo que ha considerado como un logro, su celebración demuestra la felicidad de la victoria.
Campeones
Street Profits demostró que lo nuevo es mejor que lo viejo. No es porque New Day no sea de los mejores equipos en este momento. Pero esta mezcla de que Big E ha dejado el grupo, y cada dos por tres se le relaciona, hace la entrada o aparece con el mismo equipo antes del combate, hace pensar cosas.
Bobby Lashley arrasa con Zayn. No supo como contrarrestar la fuerza irresistible, que no para de crecer dentro de la empresa. Tanto como campeón y luchador, no se puede tener ningún tipo de queja hacia este hombre que de momento está cumpliendo todos los pronósticos de The Hurt Business.
La cara de la empresa
Sasha se convierte en la referencia de las mujeres. Está en un momento imparable dentro de su carrera. A los mandos de una marca entera, no ve límites a sus logros y su estatus no para de crecer. Es un síntoma de que todo lo que enfrenta lo vence. Exceptuando esa pequeña piedra por el camino que es Carmella.
Roman, con la ayuda de su primo, pudo vencer en lo que fue la lucha de la noche. Era el momento de conocer, a quien quería en lo más alto la empresa. Como no, a Roman Reigns. Un movimiento que por un lado parece correcto y por otro erróneo. El caso es, que nos han ofrecido un combate inolvidable, sin ninguna piedad.
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