Pressing Catch en España, ¿por qué utilizamos este término?

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pressing catch en España

A bote pronto la respuesta es bastante sencilla. En España el grueso de la afición al wrestling (especialmente a WWE) sigue siendo la generación que nació entre medias de los 70 hasta mediados de los 80. Una generación que creció y descubrió la lucha libre con las primeras emisiones de la antigua WWF en Tele 5 cuyo programa asumió el nombre de Pressing Catch.

Esta denominación se ha mantenido con los años pues los que somos de aquella generación rememoramos emocionalmente, y en positivo, aquellas emocionantes emisiones con luchadores legendarios, emisiones que nos engancharon y que han mantenido nuestro interés con los años. Para que nos entendamos, aquellos que fuimos niños y preadolescentes de esos años sabemos perfectamente que los pastelitos “Pantera Rosa” sabían mejor antes que los de ahora… pues eso.

Pero… ¿es correcto decir Pressing Catch para hablar de lucha libre en España?

Hagamos historia: La lucha libre, o el wrestling, entró en Europa en los años 20 en Suiza ya que en aquellos años un estilo de lucha llamado “Schwinger” o “Schwingen” fue muy popular en ese país. En pocos años traspasaron las fronteras y llegó a Reino Unido, Austria, Alemania y Francia donde esta disciplina se convirtió en muy popular por su campeón olímpico, Henry Deglane, que se convirtió en profesional, y años más tarde, en campeón de peso pesado AWA.

A finales de los años 20, y gracias a la influencia del país vecino, llegó a España. Aquí se llamaba en aquellos primeros años “Catch as Catch Can”, pero en los años 50 se quedó solo en “Catch”, aunque también fue denominado como “Lucha Libre” por la influencia (cultural y de lenguaje) de México.

En la primera gira de “Catch” que se realizó en España, todos los luchadores eran extranjeros (Karol Nowina, Martin Zikoff, Rex Gable de Canadá, Wladek Zbyszko de Polonia, Maximo Botincelli de Italia), Kisko y Strasnaer de Bélgica entre otros). El Catch se hizo muy popular en poco tiempo, y muchos luchadores provenientes de la especialidad olímpica greco-romana y del boxeo, vieron una nueva oportunidad profesional, y se volvieron wrestlers profesionales.

Madrid y Barcelona, capitales del Catch español

Madrid y Barcelona ​​encabezaron el movimiento del Catch español, aunque otras ciudades tenían su propio circuito al estilo de los primeros territorios en USA. Se creó un comité (una especie de sindicato) llamado “Corporación Internacional de Catch” (Catch International Corporation), que agrupaba a los luchadores españoles, africanos y portugueses. En aquella época destacaron con el inmenso honor de ser los auténticos precursores: Jorge Alos, Ares, Ballesteros, Bejar, Bordons, Calpe, García Ochoa, Legido, Méndez, Mendieta II, Cheo Morejón, Otaola, Romero, Salvador, Sola, Urtasun y Villaescusa. De 1933 a 1936, durante la guerra civil en España el Catch estuvo inactivo y a punto de desaparecer como disciplina, pues no era un deporte mayoritario, ni arraigado en tradición.

Una vez terminada la guerra, a principio de la década de los 40, los circuitos se reabrieron en Madrid y Barcelona y ambos se hicieron con el control total sobre otras ciudades (¿os suena de algo?), José “Maciste” Pons fue el mejor de aquella segunda generación del Catch español.

¿Cómo era el Catch Español?

Las normas de estos primeros años se parecían mucho a las del boxeo, de donde bebían. Los luchadores llegaban al ring con sus ayudantes, que les daban agua en los descansos. Los combates se dividieron en rounds de 3 a 5 minutos, y los wrestlers se separaban en categorías de peso (ligero, medio-medio, medio, medio-pesado, semipesado y pesado). Cada categoría tenía tres títulos (Campeón de España, Campeón Europeo y el Campeón Mundial versión europea).

Los wrestlers se separaban entre los estilistas (faces) y los violentos (heels). Además, como en el boxeo o en la disciplina olímpica, se era muy estricto con las reglas. Si un luchador golpeaba o insultaba al árbitro, de inmediato quedaba descalificado y multado económicamente por la Federación Española de Lucha. Los combates se podían ganar por pinfall, sumisión, KO técnico, count-out (un conteo de 10, pero si el titular del cinturón pierde por cuenta fuera, el campeonato cambiaba de manos), doble DQ o no-contest.

Estos primeros shows de Catch se llevaban a cabo en teatros, plazas de toros y estadios de fútbol, ​​pero los shows posteriores se llevaron a cabo en los estadios como el “Salón Iris” y el “Gran Price” en Barcelona y el “Campo del Gas” y el “Frontón de Recoletos” en Madrid.

En los años 50, considerada como la mejor en nuestro país, y a diferencia de la época actual, la lucha libre, o el Catch, en España estaba considerada como deporte y por lo tanto existía una Federación Española de Lucha que dependía del Comité Olímpico Español. Todo aquel luchador patrio tenía la obligación de estar federado, si no lo hacían, no podían luchar.

Mención especial a Kamikaze

En los 60 aparecen en el circuito español los primeros luchadores enmascarados, lo que supuso una gran novedad y la primera actualización a la escena internacional. Destaca sobre todos ellos, Kamikaze, que sin duda ha sido el mayor gimmick de la historia del Catch español. Llegaba al ring completamente vestido de negro y siendo peso ligero, se enfrentaba a luchadores de todos los pesos por su agilidad inusual y un estilo muy violento y poco ortodoxo, mezclando trampas, artes marciales, lucha libre en la lona y una capacidad aérea increíble.

Su identidad fue un secreto durante muchos años, y aunque alguna vez perdió la máscara, nunca dejó ver su cara pues se la cubría con toallas o lo que tuviera a mano. Su nombre real fue Modesto Aledo, un veterano muy respetado que decidió ponerse una máscara para así ganar más dinero. Sirvan las presentes palabras para rendirle homenaje.

El descenso a los infiernos y la redención del Pressing Catch

¿Qué pasó en los años 70? El Catch en los 70 desapareció en todas las ciudades españolas, pero se mantuvo durante 4 o 5 años más en Madrid y Barcelona. De hecho, la lucha perdió el interés para la afición en toda Europa, excepto en Austria, Alemania y el Reino Unido. Entre 1977 y 1978 un promotor francés llamado Pierre Neale trató de revivir el “Catch” en España con giras mezclando luchadores españoles con extranjeros, aunque aquel intento fue un fracaso absoluto.

En los años 80 en España no hubo absolutamente nada de Wrestling, de Lucha Libre o de Catch. A finales de los años 90 (ante de las televisiones privadas en España) ya hubo varios intentos de emitir Wrestling, en concreto fueron dos desde Canal 10 y TV3 con la voz de José Luís Ibáñez en catalán. Aunque no se popularizó hasta 1991 (años de inicio de las televisiones privadas en España) cuando Tele 5 compraba derechos de emisión de casi cualquier cosa que se emitiera en el resto del mundo con algo de audiencia para rellenar su parrilla. Al contrario de lo que se piensa, esta cadena no “apostó” por el wrestling como tal, sino que se limitó a emitir combates de WWF (programas resúmenes y los cuatro grandes PPV) y también de GLOW como parte de un paquete mayor de programas, sin saber el éxito que tendría.

El Catch tuvo su renacimiento en España y fue tan impactante, que se mantuvo el viejo término de “Catch” (en vez de wrestling) pero añadiendo la palabra “Pressing” para darle un toque técnico y porque en esos años, era muy común añadir esta palabra a cualquier programa deportivo en emisión en esa cadena.

Es cuando realmente nace el “Pressing Catch Español” dando nombre a las emisiones de aquella época en las voces de José Luís Ibáñez y Héctor del Mar, y perdurando hasta nuestros días (a pesar que a la actual WWE no le gusta nada y su apuesta es por la desaparición de este término en todo aquello relacionado con su marca para España) WWF tuvo un gran impacto, y otro canal de televisión, aprovechando el tirón, emitió combates de la UWF (Herb Abrams UWF, no Mid-South), y un tercer canal transmitió NWA, aunque estas dos no tuvieron el mismo enganche que la primera entre las y los espectadores. Entre 1991 y 1993 fuimos visitados por el roster de WWF, y ambos shows tuvieron una gran asistencia (17.000 y 15.000 fans).

La etapa de Cuatro y de Marca TV, hasta la llegada de Atresmedia

Cuando el canal privado Cuatro compró los derechos de WWE para la emisión en España, el wrestling, o el Catch, había dado un bajón de interés muy importante. La sociedad televisiva del 2000 funcionaba por impulsos televisivos. Si algo no salía en TV, no generaba interés. Y eso pasó con el Catch y con WWE tras su paso por Tele 5. Cuatro necesitaba atraer la audiencia y un cambio de nombre no traería los antiguos fans, así que pidieron mantener el nombre de Pressing Catch”, en vez de RAW o WWE SmackDown.

Los primeros años no fueron buenos, pero el interés volvió a crecer, y a partir del 2008 tuvimos una segunda edad dorada. Después de Cuatro, los derechos fueron adquiridos por Marca TV. La falta de rigor en las emisiones y el poco interés del canal en esta disciplina (poniendo todos los deportes habidos y por haber, por encima del Catch) volvieron a hundir el interés hasta casi su desaparición.

WWE ahora, y como sabéis, se emite en España por Atresmedia (primero fue NEOX y ahora MEGA). Ya nadie menciona el término “Pressing Catch” en las emisiones (ni en ningún sitio) pues se asocia de manera irremediable a Tele 5 y Cuatro (ahora Mediaset, compañía enfrentada a Atresmedia). No deja de ser una cuestión entre cadenas, pues como habéis podido leer, el Catch español no tiene nada que ver con las guerras por las audiencias, y sí con la historia de esta disciplina en nuestro país.

Para una generación de españoles, entre la que me incluyo, el Pressing Catch siempre estará asociado al wrestling, independientemente que sea WWE, All Elite Wrestling, TNA o cualquier otra, o de la cadena que lo emita… así que:

¡Larga vida al Pressing Catch!

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